Link al artículo original en El País.
"Golondrina” es el término utilizado en la jerga financiera para hacer referencia al capital especulativo que llega a un país impulsado por ciertas coyunturas y en búsqueda de mayor rentabilidad, pero que se queda por un corto período de tiempo y luego se va a otros destinos.
Hay ciertas circunstancias económicas y financieras de los países que resultan atractivas para la llegada de estos capitales y una de ellas es la suba de la tasa de interés de referencia (el “precio” del dinero). Aunque no necesariamente tiene que ocurrir en forma lineal, un aumento en la Tasa de Política Monetaria (TPM) puede hacer más propicio que ingresen estos capitales para posicionarse en instrumentos financieros locales y terminar provocando una caída del tipo de cambio.
El fenómeno no es nuevo en Uruguay y ya ha ocurrido en otras ocasiones en los últimos 10 años en los que el escenario económico ha preparado el terreno para el carry trade. Esta estrategia consiste en aprovechar las diferencias en las tasas de interés de una moneda y otra.
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Por su parte, el economista de PwC Ramón Pampín indicó que si bien en el pasado ya han llegado capitales “golondrina” a Uruguay, hay algunas circunstancias actualmente “que pueden relativizar esto”, como por ejemplo el hecho de que en Estados Unidos “comienzan a subir tasas y los capitales irán hacia ahí”.
A su vez, mencionó que “hay subas de tasas en otros (países) emergentes, aunque no todos tienen la muy buena imagen que tiene la plaza uruguaya”. En tercer lugar, explicó que el BCU “ha señalado que no tiene objetivo de tipo de cambio (aunque se debería pensar que exista un “piso de tolerancia”) y por último, el hecho de que las Letras de Regulación Monetaria “no se remuneran como cuando tuvimos esta experiencia en el pasado de capitales ‘golondrinas’”.
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